jueves, 12 de diciembre de 2013

Cómo acentuar en español




La
 ortografía es la rama de la gramática que se ocupa de la escritura correcta. Por convencionales que resulten las reglas que regulan la ortografía, es obligación de todos los usuarios de nuestra lengua conocer dichas reglas a fin de utilizarla con la mayor corrección. La enseñanza de esta normativa se encuentra rodeada de una, a mi juicio correcta, mala fama que lleva a un cierto menosprecio de la ortografía (siendo este un efecto desdichado). Efectivamente, la memorización de un enorme número de reglas, de carácter poco general las más de ellas, con un sinnúmero de excepciones, ha supuesto un tormento para generaciones de escolares. La potenciación de este método, en detrimento de la inducción ortográfica a partir de la experiencia lectora, ha llevado a los pobres resultados observados.
Sin entrar en el debate sobre la reforma de la ortografía, con la cual no puedo estar más que a favor (en la línea del documento redactado por David Galadí-Enríquez, disponible en http://www.dat.etsit.upm.es/~mmonjas/reforma.html), me centraré en la descripción de las reglas que regulan la parte de la ortografía conocida como acentuación. Explicaré, por tanto, las reglas definidas por la Real Academia Española para la colocación de la tilde en las palabras. A diferencia de las que regulan la escritura de la palabra que, al estar basadas muchas veces en criterios etimológicos, no resultan evidentes, la colocación de la tilde se hace siguiendo unos criterios objetivos que hacen unívoca la tarea de colocar la tilde.
El castellano es un idioma cuasifonético en su escritura. Un texto correcta y completamente acentuado puede ser leído sin ambigüedad por cualquier persona, sea o no hispanohablante (lo cual no sucede, por ejemplo, con el idioma inglés). Por comodidad, desidia, deficiencias educativas, o por falta de facilidades tecnológicas, el uso de la tilde (no sólo, pero especialmente, en el entorno de Internet) va retrocediendo.
La primera versión de este documento (bastante fragmentaria) se basó en las normas citadas en mis libros de Lengua Española de EGB (aproximadamente secundaria para los no españoles) y en diversos libros de estilo (el del diario El País, de España, y el de la agencia española de noticias EFE). Para esta versión, que pretendo que sea totalmente exhaustiva, he seguido las siguientes referencias:
  • Gómez Torrego, L., Manual de Español Correcto, volumen I. ARCO/LIBROS, Madrid, 1996.
  • Carratalá, F., Manual de Ortografía Española. Ed. Castalia, Madrid, 1997.

Sumario
  • Definiciones
  • Clasificación de las palabras según su acento
  • Reglas básicas
  • Tilde diacrítica
  • Diptongos, triptongos e hiatos
    • Definiciones
    • Colocación de la tilde
  • La tilde en las palabras compuestas
  • Acentuaciones dobles
  • Acentuaciones incorrectas
  • Otras consideraciones

Definiciones
Se denomina acento prosódico (o simplemente acento) a la mayor fuerza de pronunciación que se carga sobre una sílaba de la palabra (a la que se denomina sílaba tónica). Una palabra puede ser tónica, si alguna de las sílabas que la componen presenta este acento, o átona, si ninguna de sus sílabas sobresale de las demás. Cualquier palabra pronunciada sola, fuera de contexto, es tónica. Solo en el contexto del discurso es posible determinar si una palabra es átona.
Las palabras átonas son escasas en número, pero muy importantes por el uso extensivo que se hace de ellas. Entre ellas podemos citar las siguientes:
  • los artículos determinados: el, la, lo, los, las...
  • las formas apocopadas de los adjetivos posesivos: mi, tu, su...
  • los pronombres personales que realizan la función de complemento sin preposición: me, nos, te, os, le, la, lo, los, las, les, se.
  • los relativos: que, cuanto, quien, cuyo.
  • los adverbios relativos con funciones no interrogativas o exclamativas: donde, cuanto...
  • el adverbio tan.
  • las conjunciones: y, o, que, si, pues, aunque...
  • casi todas las preposiciones: de, con, a...
  • la partícula cual cuando equivale a como (Como un ciclón = Cual ciclón).
Las únicas palabras que poseen dos acentos prosódicos son los adverbios de modo formados mediante la adición del sufijo -mente a un adjetivo. El primer acento es el del adjetivo; el segundo es el correspondiente al sufijo.
Se llama tilde o acento ortográfico a una rayita oblicua (') que baja de derecha a izquierda del que lee o escribe, y que se pone, en los casos adecuados, sobre alguna de las vocales de la sílaba tónica de la palabra.

Clasificación de las palabras según su acento
Las palabras agudas son aquellas que tienen el acento prosódico en la última sílaba.
  • con-ver-sar
  • pas-tor
  • o-ra-ción
  • com-pe-tir
  • va-lor
  • Or-le-ans


Las palabras
 llanas son aquellas que tienen el acento prosódico en la penúltima sílaba.
  • pro-tes-tan-te
  • li-bro
  • di-fí-cil
  • ra-bi-no
  • bí-ceps
  • án-gel


Las palabras
 esdrújulas son aquellas que tienen el acento prosódico en la antepenúltima sílaba.
  • prés-ta-mo
  • hi-pó-cri-ta
  • ag-nós-ti-co
  • cré-di-to
  • lle-gá-ba-mos


Las palabras
 sobreesdrújulas son aquellas que tienen el acento prosódico en una sílaba anterior a la antepenúltima sílaba. Se trata de dos tipos de palabras:
  • adverbios de modo terminados en -mente (palabras con dos acentos):
    • di-fí-cil-men-te
    • e-vi-den-te-men-te
    • fá-cil-men-te
    • ob-via-men-te
  • formas verbales formadas por la composición de dos pronombres personales átonos con una forma verbal:
    • có-me-te-lo
    • trá-e-me-la

Reglas básicas
Los monosílabos (sean átonos o no) no llevan tilde. Se exceptúan aquellos monosílabos tónicos que coinciden en su grafía con otros átonos, en cuyo caso se coloca tilde en el monosílabo tónico. Esta tilde se denomina tilde diacrítica. Su colocación (no sólo en los monosílabos) se describe en el apartado correspondiente.
Se acentúan todas palabras agudas que terminan en vocal, o en n o s solas.
  • tam-bién
  • ja-más
  • lec-ción
  • se-gún
  • a-de-más
Las palabras agudas que no terminan en vocal, o en n o s solas, nunca se acentúan.
  • vir-tud
  • na-cio-nal
  • re-loj
  • a-co-me-ter
  • Or-le-ans
  • fe-liz


Nunca se acentúan las palabras
 llanas que terminan en vocal, o en n o s solas.
  • me-dios
  • lla-na
  • re-ve-la
  • mo-do
  • sub-jun-ti-vo
Las palabras llanas que terminan en otras letras siempre se acentúan (a estos efectos no se considera la letra x representada por los fonemas/k/ + /s/, sino como tal, y por tanto, las palabras llanas terminadas en x llevan tilde).
  • di-fí-cil
  • cár-cel
  • au-to-mó-vil
  • bí-ceps
  • Gon-zá-lez
  • i-nú-til
  • án-trax


Todas las palabras
 esdrújulas se acentúan.
  • ás-pe-ra
  • es-drú-jula
  • ca-tó-li-co
  • pro-pó-si-to
  • éx-ta-sis


El caso de las palabras
 sobreesdrújulas se estudia en el apartado decicado a la acentuación de las palabras compuestas.

La tilde diacrítica se coloca sobre ciertas palabras para distinguir entre diversos significados del vocablo, según que sean tónicos o átonos. La tilde se coloca sobre la palabra tónica aunque según las reglas generales no corresponda colocar tilde. Hay varias categorías:
a.   monosílabos tónicos que coinciden en su grafía con otros átonos:
o    más (adverbio de cantidad): Quiero más comida.
o    mas (conjunción adversativa con el significado de pero): Le pagan, mas no es suficiente.

o     (pronombre personal): Es preciso que vengas tú.
o    tu (adjetivo posesivo): Dale tu cartera.

o    él (pronombre personal): ¿Estuviste con él?.
o    el (artículo): El vino está bueno

o     (pronombre personal): Todo esto es para mí.
o    mi (adjetivo posesivo): Trae mi calendario.
o    mi (nombre común): Concierto para oboe en mi bemol mayor.

o     (adverbio de afirmación): Él sí quería.
o     (pronombre reflexivo): Lo atrajo hacia sí.
o    si (conjunción condicional): Vendrá si quiero.
o    si (conjunción de interrogativas directa): Pregúntale si quiere venir.
o    si (nombre común): Concierto para piano y orquesta en si bemol.

o     (del verbo dar; cuando se le une algún pronombre, también se acentúa): Déme ese dinero.
o    de (preposición).

o     (de los verbos ser o saber): Yo no sé nada, Sé un poco más educado.
o    se (pronombre personal y reflexivo).

o     (nombre común): Póngame un té.
o    te (pronombre personal): Te voy a dar.
b.   para evitar confusiones, lo que se conoce como anfibología (en caso de que no existiese confusión, podemos prescindir de la tilde):
o    aún (adverbio temporal o de modo con el significado de todavía): ¿Aún no ha llegado?.
o    aun (resto de casos): Ni aun él pudo hacerlo.

o    sólo (adverbio equivalente a solamente): Sólo me quieres para eso.
o    solo (adjetivo con el significado de sin compañía): No estés sólo.

Determinantes y pronombres demostrativos:
o    los pronombres éste, ésta, ése, ésa, aquél y aquélla, así como sus plurales, llevan tilde para diferenciarlos de los determinantes equivalentes.
o    los determinantes este, esta, ese, esa, aquel y aquella y sus plurales no llevan tilde nunca.
o    esto, eso y aquello no llevan tilde nunca, puesto que son siempre pronombres.
Hay que tener en cuenta que nunca llevan tilde los pronombres demostrativos que actúan como antecedentes de un pronombre relativo sin coma interpuesta entre ambos: Esos que trajiste no con adecuados.
c.    en interrogaciones, admiraciones o expresiones de carácter dubitativo (también en oraciones que presenten un matiz interrogativo o dubitativo, aunque no existan signos de puntuación o admiración), también se acentúan:
o    cómo: ¡Cómo que no!, Me pregunto cómo habrá venido.
o    cuál: Esa es la habitación en la cual estuvieron, ¿Cuál es el tuyo?.
o    quién: ¿Quién lo ha dicho?
o    qué: Pídele lo que te debe, No sé qué hacer.
o    dónde: ¡Dónde fuiste a pedir dinero!.
o    cuándo: Hazlo cuando tengas tiempo, ¿Cuándo vienes?.
o    cuánto, cuán: No te imaginas cuán ridículo estás, ¿Cuantas cosas has traído?.

o    por qué (partícula interrogativa): ¿Por qué no vienes?.
o    por que (grupo átono formado por la preposición por más pronombre relativo o conjunción subordinante que). En el primer caso siempre es posible intercalar un artículo determinado: ¿Cuál es la razón por (la) que te fuiste?. La segunda aparece cuando el verbo antecedente rige la preposición por: Se decidió por que viniera Pepe.
o    porque (conjunción subordinante causal [átona]). Iré porque me lo pides, Porque te quiero a ti...
o    porqué (nombre): Este es el porqué de su decisión.
d.   el hecho de que tales palabras vayan en una oración interrogativa o exclamativa no significa que tengan sentido exclamativo o interrogativo. Si

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