La lectura en voz alta es una variante de la
comunicación oral. No se trata de una situación de lectura: es una comunicación
que se basa en la lectura. Sólo puede ocupar en el itinerario del aprendizaje
de un niño un segundo lugar en relación a la lectura.
Leer en voz alta es una actividad difícil que
exige, no solamente la comprensión previa del texto leído, sino también una
toma de conciencia de dicha comprensión. Es una actividad interesante, rica,
complicada que debe constituir el objeto de un aprendizaje específico a partir
del segundo ciclo de Primaria, pero cuya presencia en los primeros niveles
puede ser inoportuna, además de inviable en la práctica.
En la
lectura en voz alta el lector dice lo que previamente ha comprendido. Se
observa entonces una disociación entre la dicción y los movimientos oculares,
precediendo netamente estos últimos a la primera. En el momento de la dicción
la mirada se dirige a la audiencia, a quien se dice lo que se ha leído una
fracción de segundo antes.
La
oralización consiste en decir lo que se ve en el momento en que se ve:
movimientos oculares y dicción son indisociables e, interfiriéndose mutuamente,
producen una enunciación fragmentada característica de la lectura escolar. Es
importante impedir siempre que el niño oralice, incluso muy tempranamente, e
invitarle en cambio a comprender antes de decir, y a decir únicamente aquello
que ha comprendido.
- Aprender
a leer significa aprender a construir sentido en relación a un proyecto.
- Aprender a leer en voz alta significa aprender a utilizar las lecturas como contenidos posibles de comunicación oral.
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